

Con esto de no tener esponja, los había dejado un poco olvidados, y como las cosas hay que hacerlas para que no se olviden, na más comprar la esponjita dichosa, me puse manos a la obra y tachán,dos nuevas amigas y otros que tengo en el horno calentitos, más bien fresquitos que estan por vestir.
Estas dos, aún no tienen nombre, pero mis hijos no tardarán en ponerle uno.
Estoy esperando lanas nuevas que pedí por internet,a ver si llegan pronto para hacer nuevas cositas.